Kurage Hime (2010): Mi adorable medusita

[A-Review]

Cinco chicas frikis y un chicochica.

Hay historias que te pueden llegar a conmover bien porque te identifiques con los personajes o bien porque son lo que tú quisieras ser. Kurage Hime (literalmente La Princesa Medusa, basada en el manga homónimo de Akiko HIgashimura, ganadora como mejor manga shoujo de Kodansha en el 2010) es la última producción de Brain Base dirigida por Takahiro Omori (Baccano, Natsume Yūjinchō, Durarara!!) y estrenada en el segmento Noitamina el pasado 14/10/2010; y tiene algo del primer caso. Trata de una chica de 20 años, Tsukimi Kurashita, que vive en Amamizukan, una guarida… digo, residencia habitada por chicas frikis no muy agraciadas que van por los veintitreintaitantos. Están Chieko, la actual (y regordeta) administradora del sitio, que es una fanática de la ropa tradicional japonesa y colecciona muñecas antiguas; Mayaya, admiradora de todo lo relacionado a los Tres Reinos, un periodo histórico chino que ha inspirado muchas historias; Banba, una pelo raro fanática de todo tipo de trenes; y Jiji, una chica que está obsesionada con los hombres maduros (¿Electra?). Ah, sí, la afición de Tsukimi son las medusas. Toda esta variopinta galería de curiosas señoritas se autodenominan Amars, que se podría traducir como monjas (aunque lo de la castidad no haya sido algo que ellas hubieran elegido… ¿o sí?), y como círculo cerrado que son tienen la regla de no aceptar hombres en la residencia (así sean homosexuales), además de haber desarrollado una aversión a la gente fashion. Y encima son NEETs, aunque la barajan con ciertos trabajitos que hacen desde casa, como servir de asistentes de la sexta residente de Amamizukan, la mangaka yaoi Mejiro Juon, quien pasa casi todo el tiempo dentro de su apartamento, comunicándose con las demás a través de notas pasadas abajo de su puerta. Es un pequeño mundo donde cada una vive sus propias fantasías a través de sus peculiares aficiones, pero donde no falta la camaradería y el mutuo entendimiento de ser mujeres que de una forma u otra se ha apartado de la sociedad “normal”. Sin embargo un día Tsukimi se encontrará con una chica, imagen de la princesa en la cual su madre le había dicho que se convierten las niñas… cosa que ella no es. Luego del shock inicial de encontrase con una criatura tan despampanante, y de haber recibido su ayuda para salvar la vida de una pequeña medusa, ésta extraña se autoinvita a quedarse esa noche en el cuarto de Tsukimi. Grande sería la sorpresa a la mañana siguiente para ella cuando descubra que la susodicha princesa es un chico aficionado a vestirse de mujer que se llama Kuranosuke Koibuchi. Y aquí comienza el bolondrón.

Una de las cosas que resultan atrayentes de esta historia es la manera cómo son representadas las mujeres frikis (a veces llamadas fujoshis). No es en modo alguno lo que recientemente han hecho en series como Nogizaka Haruhi no Himitsu u Ore no Imouto ga Konnani Kawaii Wake ga Nai (ufff). Aquí no hay idealización moe; exageración sí, pero de otro estilo, partiendo de una imagen más realista (o tratando al menos). Las Amars no son bonitas (aunque si se arreglaran y vistieran apropiadamente, quién sabe); su imagen descuidada es lo que normalmente es en el mundo real, pues están más concentradas en sus aficiones y en pasarla bien que en verse como princesas. Bueno, Tsukimi es la que necesitaría menos trabajo, pues los genes de su madre la hacen ser (como dijera Kuranosuke) un diamante en bruto. ¿Pigmalión anime? Quizás, pues la llegada del chicochica conlleva poner patas arriba Amamizukan, con su interés especial en las chicas de la residencia y sobretodo en Tsukimi. Y con él entra en escena su familia, relacionada con la alta política y que promete alborotar más el mundillo de las Amars.

En alguna parte he leído que se compara a esta serie con Kimi ni Todoke y Betty La Fea. Tamaña mezcla. Tsukimi se puede parecer a Sawako por que es una persona reservada y tímida, y con una nula experiencia para tratar con chicos. Ambas además dan impresiones equívocas a los que no las conocen. Pero Kuranosuke no es Kazehaya, pues ya ha vivido lo suyo y es un rebelde que a modo de protesta hacia su familia se empieza a vestir como mujer aun siendo completamente heterosexual. En cuanto a si Tsukimi se pueda considerar como Betty… en algo sí, aunque Betty tenía más carácter y era una competente profesional. Vale, más una nerd, no una otaku. Pero igual que Tsukimi, no estaba exenta de ternura.

En lo referente a los valores de producción, los diseños y la animación son bastante normalitos. Su ritmo es calmado con momentos acelerados, dando una sensación de intimismo. La parte cómica en cambio es bastante gráfica, lo mismo que el exagerado diseño del resto de las Amars. Y Kuranosuke parece una muñeca. Las referencias a la cultura pop occidental son un aparte, desde el opening donde reconocemos varias películas desde Star Wars hasta James Bond, pasando por Mary Poppins y Cantando bajo la Lluvia. Y cada título de capítulo haciendo un homenaje a series y películas de Hollywood.

Definitivamente, Noitamina siempre se saca del saco cosas interesantes. Omori-sensei tiene el reto de llevar mejor esta historia de lo que hizo con Durarara!!, que tuvo un buen inicio y una segunda mitad algo floja. Pero por el momento va bien, y la recomiendo bastante.

El Opening:

Video subido por s0daysnosee. También lo puedes ver acá.

El Ending:

Video subido por kyouray2. También lo puedes ver acá.

Guía de Episodios:

Nota: El fansub seguido es el de MediaVida Fansub.

Tranquila, gatita. (Ya quisieras, Shu-Shu).

Actualización al 27/11/2010: No entiendo cómo sólo un fansub, MediaVida Fansub, está llevando esta serie.

Actualización al 20/12/2010: A pocos capítulos del final, Ctrl-Z no Fansub también empieza a hacerse cargo de este anime. Bien.

Actualización al 04/01/2011: ¡Vaya qué poco han sido estos 11 capítulos! A esperar una nueva temporada… si hay. ¿Por qué no?