El Oso Panda dándole duro a Yukino y Arima

Un día en que el señor Anno pensaba qué otra cosa podría hacer que lo siga catalogando como el “El Niño Malo del Anime”, hizo un recuento de sus obras: “Con Otaku no Video, me reí del fanatismo de quienes me dan de comer. Con Gunbuster, me burlé de la gente obtusa que cree que la velocidad luz es correr con un fósforo encendido. Y ahora ya hice mella en las creencias, golpeé los dogmas y pisoteé la cuestión lógica al crear mi propia religión, además de conseguir una legión de esbirros en todo el mundo, los cuales no dudarían en acatar mis órdenes sea cuales fueran, pues han sido entrenados subliminalmente para esperar mi regreso al tercer día luego de mi partida (partida hacia Hawai con toda la plata que les he sacado). Diablos, ahora ya no se me ocurre otra cosa. Pero claro, haré lo que todo mangaka hace cuando se le acaban las buenas ideas: haré un shoujo. Pero no tratará de una rubia que luche por el amor y la justicia, ¡no, eso sería muy fácil! La protagonista deberá tener paltas mentales con alguno de sus familiares. Además pondré a una patética mascota y un par de “chicos particulares” que sustituyan a los precedentes Shinji y Kabroru. Hasta podría fusionar a Gendou con Fujutsuki, a ver si me sale un profesor de colegio. Y para seguir evadiendo al fisco, dos de las seiyuus pueden hacer trabalenguas resumiendo capítulos; así ocupo más tiempo del necesario y ninguno se dará cuenta. Y por supuesto, dejaré que el primero en pasar por la calle (que radical soy) escriba los dos últimos episodios, para que así nadie lo entienda y sigan creyendo que soy un genio. ¡Y hasta puede que lo aplaudan! Decidí que lo voy a basar en la vida y desgracia de los adolescentes del Japón de hoy; así tendría de nuevo otro barajo para meterme a los colegios y entrevistar a las alumnas para ver si alguna atraca, atraca en contarme su historia, por supuesto (¿De dónde creen que saqué la trama para Love and Pop?). (Revista Masaka Nº 36, Perú, 2000)

Y es sólo el principio, pues el Panda sigue y sigue con su estilo característico, vacilándose como chino al «analizar y comentar» la personalidad de tan correctos estudiantes como son la señorita Yukino Miyazawa, el joven Souchiro Arima, el popular Hideaki Asaba, etc, etc. Francamente tiene que agradecer que siendo dibujos no pueden demandarle. Para el resto de este alevoso atentado contra una historia tan querida visiten su blog Code Name: Oso Panda y pídanle que lo publique en su sección de refritos, pues la verdad si empiezo a publicarle sus artículos sin su autorización puede querer tomar medidas: y quisiera evitar un enfrentamiento entre Osos (¡Plop!).