[Op. Cit.]
Versos y reversos.
Quevedo preso en San Marcos de León
Se hacían miles de comentarios de su desaparición, hasta que se leyó en los periódicos la siguiente décima:
En San Marcos de León,
está el insigne Quevedo,
del conde con mucho miedo
y corta satisfacción.
La causa de su prisión
dicen se pierde de vista;
pero un colegial, artista
de esos que en comer son parcos
dijo: ¡Quevedo en San Marcos»!
¡Está por evangelista!
A los diez meses despué se leía:
Preso en León el inmortal Quevedo
de agua enfermedad convalecía;
y el tunante prior le administraba
caldos de transparencia cristalina.
-¡Valiente caldo!… dijo don Francisco.
¡Valiente caldo!… ¡Bravo! –repetía.
-¿Por qué valiente? –le repuso el fraile.
-Porque no tiene nada de gallina.
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Es miércoles, y hay mucha chamba. Mañana será otro día. Pero por mientras aprecia este pequeño divertimento, y a ver si me dices qué tal te ha parecido.