[Yoni]
La noticia me llegó ayer en la mañana y le estuve dando vueltas buen rato:
Estudiantes de San Marcos marchan pidiendo la libertad de Abimael Guzmán http://bit.ly/9oeK7v
Según Periodismo en Línea, esta “provocación” tuvo lugar la noche del lunes entre las 7:30 y 8:00 PM. La prueba es este video:
Video subido por INOFUSATV. También lo puedes ver acá o acá.
¿Con que pidiendo la liberación de los “presos políticos”? Bueno, cualquiera pensaría que Abimael Guzmán sólo está encarcelado por sus ideas y no por haber provocado un baño de sangre entre 1980 y 1992. Y al final ¿para qué? ¿Qué nos dejó? Al país se lo levanta trabajando y no con guerrillas polpotianas. Tuvo suerte de que este país no tiene pena de muerte porque si no ya hace tiempo lo hubiéramos fusilado.
Me tomo la libertad de transcribir a El Morsa, que hasta ahora ha sido de los pocos (sino el único) en mi reader que ha comentado el asunto.
Me parece condenable lo que ha ocurrido en San Marcos. Desconozco, no soy abogado, si eso constituye un delito de apología al terrorismo. Considero que debe ser enfrentado políticamente. Y rechazo que la salida sea penal o militar. Eso no derrotó a Sendero antes, y no lo hará ahora. Lo de San Marcos ha sido claramente una provocación, y si algo sabemos de las provocaciones políticas es que lo que buscan es que el debate se caiga al suelo, que no se discuta, y que más bien todos estemos atemorizados o expectantes. ¿Qué buscan los que han hecho este clarísimo acto de provocación? Una reacción violenta. Lo han hecho antes, lo hacen ahora, y así buscarán decir “teníamos la razón”. Been there, done that.
¿Qué hacer? Organizarnos. El doble. El triple. Estar alertas. Pararnos al frente y no pisar el palito, porque ellos van a aprovechar cualquier cosa para decir “allí, está, teníamos la razón” (así funciona su lógica). Ganarles la partida de mano. Enmendarles la plana, en los pasillos, en las aulas, en las paredes, en los patios.
Amén.
Bien, ahora el fútbol.