[Pata de Palo]

Hace unos días, don Tomás Bradanovic se puso a escribir en su blog de cómo el Imperio Disney ya no es lo fuera otrora. Y entre otras cosas recordó las historias alrededor de Donald, sus sobrinos y el Tío Rico en aquella arquetípica Patolandia, una suerte de “radiografía de los años 40-50 en los Estados Unidos”. Y en especial una que el considera de entre las mejores: Cuando Donald ganó un millón de dólares.

Pues bien, googleando encontré que la historia original se llama A Financial Fable, que aunque literalmente significa Una Fábula Financiera, fue más conocida en el mundo de habla hispana como Un Millón no es lo Mejor, y publicada inicialmente en marzo de 1951 con guión y dibujos de Carl Banks. Aquí está en inglés (sorry, no encontré traducción al spanish. Haz clic en cada imagen para verla más grande. El origen acá):

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Para ayudar un poco: como ven esta historia trata de cómo Donald, que (junto a sus sobrinos Hugo, Paco y Luis), trabajando en la granja de Tío Rico (US$ 10 la semana como salario), se pone a soñar en cómo hacerse rico sin esfuerzo (típico) y llega a la conclusión de que si todos tuvieran un millón de dólares nadie tendría que trabajar y podrían disfrutar la vida. Su tío trata de bajarlo de su nube porque no le está pagando para que sueñe despierto, y luego se va a ver el silo que ha construido para guardar su ingente fortuna. Entretanto Glad Consuerte pasa por donde está su primo Donald rompiéndose el lomo, y le enseña una pepita de oro que se ha encontrado (¿mencione que se apellida Consuerte?). Donald deja su labor y se va con él a pescar pensando que podría pegársele su suerte, y le pregunta que porqué no desea que ambos obtengan un millón de dólares. Glad responde que es mucho esfuerzo (sí, otro flojo), pero al final acepta y desea en voz alta un millón de dólares. Y así sin más les cae del cielo… y no sólo a ellos sino a todos en la región. Lo que sucede es que un inopinado (y sospecho que socialista) tornado ha pasado por el silo de Tío Rico y se ha llevado su dinero por los aires (redistribución de la riqueza, que le dicen); sus pequeños sobrinos, preocupados por ese desastre, son calmados por Tío Rico quien les dice que no hay problema, que ya volverían con su dinero de vuelta y que mejor siguieran cuidando las plantas y los animales de la granja. Entretanto, Donald y Glad deciden con su nueva fortuna salir a conocer el mundo (Hugo, Paco y Luis declinan la invitación pues no habría quien ayudara a Tío Rico) y grande es su sorpresa cuando no encuentran ningún negocio abierto porque todos en la ciudad habían tenido la misma idea. Sin siquiera poder tomar un autobús porque los choferes tampoco trabajaban, y luego de un tiempo, la gente se ve obligada a recurrir a Tío Rico, quien gustoso les vende los alimentos de su granja, claro que con un “pequeño” reajuste de precios. No pasa mucho para que Tío Rico vuelva a tener sus millones de vuelta y así todo vuelve a lo normalidad.

Entre lo más interesante de esta alegoría capitalista que encontré hay una parte en la página 3 que resume bastante bien el sentimiento de Tío Rico por su dinero: “I wish people weren’t so darned crazy about money! They make me nervous! Now, me, I know that money isn’t worth anything! It’s just a lot of paper and metal! But I love the stuff! I loved to dive around in it like a porpoise!” (“¡Desearía que la gente no estuviera tan condenadamente loca por el dinero! ¡Me ponen nervioso! ¡Ahora, yo sé que el dinero no vale nada! ¡Es sólo un montón de papel y metal! ¡Pero me encantan estas cosas! ¡Me encanta bucear en ellas como una marsopa!”). La verdad me cuesta imaginar a Tío Rico frente a una computadora moviendo millones para especular con valores y divisas. No, el suyo era un capitalismo más puro, de bienes tangibles mas que de dígitos… a la manera de la primera mitad del siglo XX. Y ese tal vez sea el problema de cómo ha evolucionado la economía actual, que es ahora más virtual que real, y por ende más endeble… algo así como un sueño, del que acaso estemos ahora despertando.

La Yapa: En mi búsqueda he encontrado a I.N.D.U.C.K.S., que es una completa base de datos de los comics de la factoría Disney (y esta sí en spanish); y la web vietnamita Thu Vien Online que recopila libros, cómics y quién sabe qué más, para ver en línea o descargar. Para empezar prueben la opción English Stories o la etiqueta de Donald Duck.

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Por UnOsoRojo

Un comentario en «El Millón de Dólares del Pato Donald»

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