El Libro de la Selva (2016): Mowgli vuelve a casa

[F-Review]

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Mowgli es un pequeño niño que ha sido adoptado por una manada de lobos en la selva, y todo parece ir bien, aunque le cuesta adaptarse bien, pero el gran tigre Shere Khan se entera de que existe y no le agrada nada. Él desconfía de los humanos y considera que es una abominación que viva entre ellos. Por ello, ante la amenaza, el mentor de Mowgli, la pantera Bageera, lo lleva para que se vaya de la selva y vuelva con los humanos, que es su lugar. Sin embargo, el viaje no será nada simple.

El Libro de la Selva, la película animada de Disney de 1967, fue mi primera experiencia en el cine. Ese día nos entregaron las libretas de calificaciones, nos llevaron del colegio y comí pan con palta (lo sé, porque manche mi libreta con ella). Recuerdo que me pareció genial, aunque después de eso sólo la volví a ver de nuevo una sola vez y ya no la recuerdo muy bien, excepto por el oso Baloo, me encanta el oso Baloo. ¿Debí volver a verla antes de tratar con esta nueva versión en acción real de la compañía del ratón? No creo, me hubiera sido difícil no dejar de compararla constantemente y apreciar lo que me entregaban esta vez. Y sobre eso, creo que hice bien, pues lo hecho se tiene bien merecido un reconocimiento. Esta película es muy buena… en su muy Disney manera, claro.

¿A qué me refiero? Bueno, es muy familiar, muy agradable de ver, y tiene un mensaje muy constructivo. Claro, es un poco más oscura que lo que habría sido su antecesor animado, y es obvio, son otros tiempos y ser demasiado naif ahora luce forzado. Y, es acción real, no pueden ser tan caricatura, aunque igual se las arreglan para meter de contrabando su clásico humor blanco (a ratos hasta bobo) de siempre.

La historia, por su parte, es lo suficientemente simple para que los más pequeños la entiendan y con los suficientes giros para mantener la atención, incluso de los padres. La forma en que caracterizaron el conflicto entre Shere Khan y el pequeño Mowgli, me pareció correcta. El tigre desea muerto al pequeño, tanto por su odio contra los Humanos (no es que hayamos hecho nada por merecérnoslo, claro) como por su sed de venganza, y no se detendrá ante lo que sea para lograrlo. Por su lado, Mowgli evoluciona claramente, desde un extraño niño criado por lobos que en realidad no encaja del todo, hasta lograr un sitio que sea suyo. La idea de que su caracter como ser humano, ajeno a la naturaleza, sea simbolizado por que su especie (nuestra especie) domina la "flor roja", el fuego, y cómo este elemento se hace presente como un nuevo giro, me hizo sentir un regusto a simbolismo prometeico.

Sobre las actuaciones… bueno, el único personaje humano es Mowgli, y el niño lo hace bien. Sobre el resto, al menos la versión doblada que vi es cumplidora. Y eso me lleva al apartado técnico: me sorprende cuánto se ha sofisticado la animación de animales desde… no sé, ¿Jumanji?. Todo luce muy real, con texturas verosímiles. La selva, escenario y personaje, se siente viva y es hermosa. Yo la vi en 2D, pero me hace pensar que el 3D puede valerlo.

En resumen, linda película. Para ver en familia, de ley.

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