Luego, en la última edición de El Nacionalista (que no está dirigido por el Sr. Ricardo de Espiritu Balbuena) bajo el título ¡Martorell vende carros! Tocó fondo, encuentro algunos alcances acerca de este asunto:
Quien lo iba a creer, el gran Martorell, el epítome del comercio tacneño, el baluarte de la inversión privada, el Soros tacneño y el Andrónico Luksic peruano terminaría vendiendo autos como cualquier parroquiano. El trabajo no envilece, todo lo contrario, pero este caso llama la atención por el protagonista: Martorell, nada menos.
¡Oh, sorpresa! Ya veo, dijo el ciego. la verdad no me sonaban tales marcas para nada cuando leí que los Martorell habían conseguido una concesión de autos; como si me hablaran en chino. Y sí, resultaron que sí son marcas chinas (JinBei, Zinotruk, Zoyte) y una hindú (Mahindra). Pero el redactor de El Nacionalista creo que da por sentado que F. Martorell esté desesperado.
Lo que creo es otra cosa. Este asunto me ha hecho pensar en lo que ahora podría venir: la penetración del Dragón asiático en nuestro parque automotor. Bueno, era de esperarse luego de la presentación de marcas chinas en los últimos Motor Shows de Lima. Y todos sabemos que los chinos quieren conquistar todos los mercados posibles con sus productos. Que levante la mano el que no tiene algo chino en su casa. Lo siento, amigos yanquis, este siglo XXI será amarillo.
Pero ¿qué tal es esta nueva opción en autos? ¿Podrán reemplazar estas marcas aún desconocidas para nosotros a nuestros entrañables Toyotas, Nissans, Hyundais…? ¿O son sólo más basura oriental barata, productos de una sola vida, triunfos de la producción en masa, la economía de escala y la explotación laboral llevadas al siguiente level? Yo no soy mecánico, pero lo que sí estoy convencido es que las discusiones que tanto en Lima como acá en provincias han estado girando en torno a la renovación de nuestra obsoleta flota de transporte urbano, que en promedio pasan de los veinte años de antigüedad, no son coincidencia. Los transportistas exigen una opción y apoyo del gobierno para renovarse. En cristiano: unidades baratas que puedan pagar en cómodas cuotas mensuales. En este marco, no me sorprendería que los Martorell estén ya en conversaciones con el Municipio de Tacna para un convenio a través de la Caja Municipal, y así aprovechar la coyuntura y ubicar una flota de buses. Yo lo haría, negocios son negocios. Su punto fuerte sería el precio. En cuanto a los pakistaníes de Zofra… con sus vehículos de segundo uso y timón cambiado están fuera de carrera.
Creo que los amigos comerciantes de repuestos ya deben ir viendo qué repuestos le harán a los nuevos buses que circularán por las calles de la Heroica en un mediano plazo, como ya está sucediendo en otras ciudades latinoamericanas.
Acá una muestra de lo que podría venir:
P.S.: Por mi parte espero que les vaya bien a los Martorell con esta nueva concesión (recuerdo lo mal que les resultó la franquicia de SubWay con que probaron hace varios años). Quizás así por fin pueda cobrar la liquidación que me adeudan. (Sí, cómo no ^_^U )
Muy buena la información de este blog, me gustaría saber las marcas y tipos de autos que venden. Yo justamente me estoy informando acerca de ventas de autos porque estaba viendo de vender mi citroen c3 aunque aun no lo he decidido sigo buscando la información que me sea pertinente a la hora de realizar la operación.
Pues de modelos no sé cuales tendrán en existencia. Puedes consultar a su teléfono (052)-412386. Suerte.
[…] Los Martorell ahora venden autos […]
[…] todo lo que son artículos de consumo, pero también bienes más sofisticados, como la llegada de sus marcas de automóviles a nuestro mercado local, o la reciente oferta de tanques a nuestro ejército. Y no se pararán […]