Pensaba primero hacer una comparación de las hojas de vida de todos los candidatos a la provincia y región de Tacna, pero el lunes antes de retirarme a mi casa, mis amigos J y W me invitaron a una reunión del Sr. Carlos Carpio. Bueno, tenía tiempo y después de todo quería empezar a conocer las propuestas de los “soñadores” de este reality… y tanto me sirve uno como otro.
El local a donde fuimos fue el que está en la esquina de Tarata con Industrial; en su olor a pintura se notaba que habían estado trabajando mucho esa tarde confeccionando publicidades. Carlos Carpio, en ropa de trabajo, con un gorro para el frío y buzo, se encontraba allí y nos invitó de beber vino espumante… Mi primera impresión de él es que es una persona humilde, quizás algo reservado (bien por carácter o bien por prudencia ante un extraño como yo que no venía a apoyarlo sino a informarme); profesional de Administración, ha trabajado dos décadas (de 1976 a 1997) en el Estado pasando por acaso todos los cargos de la oficina de Circulación Terrestre local; ese punto me dice que al menos sabe cómo se maneja una oficina pública. Luego al parecer ha intentado negocios propios, una docencia en la Universidad Alas Peruanas, ser dirigente de una Asociación y algunas asesorías a municipios. Eso al menos es lo que leo en su hoja de vida y perfil de facebook, pues el momento de hacer preguntas tan directas no me pareció el adecuado.
La conversación de esa reunión se centró en una propuesta que J tiene, su colaboración como quien diría; él es Contador como yo (bueno, un poco más que yo, pues el está titulado y yo no paso de Bachiller) y piensa que el Presidente Regional debe convocar a los Colegios Profesionales para que se integren a la gestión de la región y colaboren en el desarrollo de Tacna; o sea, que no estén como hasta ahora separados de la sociedad. A fin de cuentas, los Colegios Profesionales son eso: profesionales, lo que convierte a su asesoría en indispensable. El problema está en (se debe decir) la indiferencia generalizada de los mismos profesionales en los asuntos de cada orden, y el hecho de que es algo que sólo se puede hacer en el gobierno mismo, pues en este momento cualquier grupo que trate una convocatoria así encontraría la obvia prudencia de cada Colegio porque no se vería bien para ninguno comprometerse políticamente. La propuesta se puede hacer, claro, como parte de campaña. Uno de los colaboradores del Sr. Carpio hizo la precisión además que ya la misma Ley de Gobiernos Regionales (Ley Nº 27687, modificada por la Ley Nº 27902) lo contempla dentro del Consejo de Coordinación Regional, un ente consultivo que cada Región debe de tener para que las organizaciones de la sociedad civil (incluidos los gremios). Efectivamente Hugo Ordóñez trató de cumplir con su implementación, pero como varias de sus iniciativas sólo fue una formalidad y actualmente no tienen mucha trascendencia los Colegios Profesionales en ella.
Además conversamos algo de lo que pasa con el PET, y al menos el grupo está de acuerdo en que debe de hacerse una “reingeniería” del mismo, pues ya son veinticinco años, mucha agua no ha traído y en general ha tenido una gestión discutible. Lo último, una denuncia de Radio Uno que salió sobre que una de sus camionetas siendo usada por partidarios de la encapillada candidata Melina Ordónez (hija de Hugo) para poner su propaganda, algo que legalmente no se puede hacer. Bueno, de esto no hablamos en ese momento, pues me enteré de esa denuncia al día siguiente.
Finalmente, el gas: expresaron estar en desacuerdo con la táctica que está realizando Ordóñez, pues para ellos el asunto es más político que técnico. Entre sus planes está que el ramal llegue a Tacna, hasta una planta petroquímica que se instalaría en Tomasiri. Eso y el Megapuerto daría a la región la importancia suficiente para ser incluido en la Vía Interoceánica con nuestro propio tramo que vaya por Candarave y Tarata.
Considero que fue una visita agradable. Sé que varios de mis amigos están apoyando esta opción (incluido uno incluido en su lista) y por lo tanto para mí sería natural que me acoplara, pero he decidido seguir el camino del Ronin y (parafraseando a los evangelistas) “escudriñar” todas las propuestas que hay.
¿Conocías a Carlos Carpio? ¿Algo sabes de él que quizás debería preguntarle en una posible nueva visita más formal?