Guerra de Papás (2015): Que Comience el Juego

Video subido por PARAMOUNT PICTURES MÉXICO. También lo puedes encontrar acá.

Esta comedia estadounidense (titulada originalmente Daddy’s Home) protagonizada por Will Ferrel y Mark Walhberg trata de un ejecutivo de una estación de radio (Ferrel) que está luchando por que los hijos de su esposa lleguen a quererlo como el padre que él desea ser… y como que parece que ya lo está consiguuendo cuando de improviso reaparece el padre biológico de sus hijastros (Walhberg), un tipo genial que llega como un huracán a hacer tambalear todo lo que el personaje de Ferrel está construyendo, desatándose un enfrentamiento por el cariño de los niños y por el título de macho Alfa.

En general esta nueva colaboración entre Ferrel y Walhberg es una película que funciona bien gracias a la química entre los dos protagonistas y a la premisa y la forma cómo esta es llevada: dos hombres muy distintos entre sí compitiendo por ver quién se quedará como el papá, uno de ellos un tipo atlético y carismático (y manipulador) que se entera de que su ex-esposa se ha vuelto a casar y por ende sus hijos tienen un nuevo papá… y eso no le agrada y vuelve de donde sea que haya estado (se entiende que en una guerra… mejor no preguntar) a marcar su territorio frente al padrastro, un hombre más tranquilo y con un incuestionable anhelo de ser el mejor padre para sus hijastros. El papá biológco no es un villano, eso hubiera sido un error para el mensaje que se quiere transmitir. Nunca lo sentimos como alguien ruin, aunque sí un poco tramposo y pícaro.La relación entre él y el otro papá es mas bien de antagonistas, de rivales… aunque es obvio quién ganará desde el principio, porque es una película familar y el final debe de ser feliz. Aún así, la forma cómo sienten ambos hombres, sus dudas e inseguridades hacia la paternidad, los vuelven personajes entrañables con los que incluso uno se puede identificar.

En general es una película muy bonita, perfecta para ver en familia. Quizás algunos gags son muy estúpidos y su final es poco menos que cuestionable hasta que lo corrige el postrer giro que redondea el círculo, pero al final no se siente demasiado forzado… excepto por el personaje de color incluido. ¿En serio contribuye con algo relevante a la historia? Al menos sirven para la comedia sus inopinadas apariciones, pero para más no.