[Homo Videns]

¡Demoler, demoler, demoler, DEMOLER!


Video subido por Harakiri Diat. También los puedes ver acá.

Año 1964: Unos chiquillos del distrito limeño de Lince, llamados nombre Erwin Flores, Pancho Guevara y César Castrillón se juntan con Rolando Carpio, de San Isidro, para formar una banda de rock que toque temas propios. Esta banda habría sido bautizada como Los Sádicos, pero era la Lima de los 60’s y tuvieron, para no ofender a la sociedad pacata del primer belaundismo, que quitarle una letra y una tilde y quedar como Los Saicos, y así comenzar una meteórica y corta (muy corta) carrera musical dentro de una escena peruana donde surgían varios grupos que inspirados en la música que llegaba del extranjero escribieron el primer capítulo de la historia del rock en el Perú, una historia que aún no acaba de contarse. Luego de dos años rompiéndola en las legendarias matinales de la época, aparecer en varios programas de radio y televisión, y hacerse de un cierto nombre, se separan para seguir cada quien con su vida (uno de ellos llegó a ser ingeniero en la NASA, por ejemplo). También influyó acaso el tsunami de la Nueva Ola que causaba furor entre la juventud de entonces. El caso es que de aquella aventura juvenil quedaron 6 discos singles de 45 RPM, de esos que tenían sólo una canción en cada cara, o sea un total de 12 canciones, con un estilo en ese entonces distinto a lo que se oía normalmente. Confiesa su baterista Pancho Guevara: “Era un Rock bestia lo que componía Carpio con Erwin y salía una música de los mas extraña… Carpio era al quien le gustaba la música criolla, Erwin era chichero, Castrillón era melódico y a mi me gustaba el calipso… Fue un cruce de todo… Carpio aportaba su genialidad con el arte, Castrillón tenia mucha fuerza musicalmente, Erwin era la genialidad, yo soldaba… yo lo soldé”. ¿Técnica? No tanto, pues la verdad sólo eran una banda de garage como había y hay tantas. Nunca llegaron a ser auténticos profesionales. Lo que tuvieron mas bien fue sentimiento, vísceras, feeling, ejemplificados en ese grito de guerra que es Demolición: “¡Tatatatatata yayayaya! ¡Echemos abajo la estación de tren!…” Una locura para esa época. Gerardo Manuel, acaso el más conocido de nuestros decanos rockeros lo expresa así en su blog: “Eran los Saicos, cuatro amigos que sin ser virtuosos le sacaban el jugo a lo que sabían y compensaban su falta de virtuosismo con una actitud muy especial para su puesta en escena. Recuerdo que le dije a mi madre: “yo quiero tener un grupo como este» y mi amigo Pepe sintió lo mismo. Poco tiempo después yo formaba Los Dolton’s en Lima y Los Saicos rompían todo con su clásico Demolición.

Un post de Taringa analiza así aquella propuesta:

El salvajismo vocal de Edwin Flores se hace patente en temas como «El entierro de los Gatos», «Come on» o la emblemática cuasi surf «Demolición» (¡Ta Ta Ta Ta Ta Ta Ta Ta Ya Ya Ya Ya, Echemos abajo la estación del tren!) «Besando a otra», «Ana» o «Te Amo» son bellas canciones de amor muy al estilo de Buddy Holly, pero siempre con el sello primitivo de la agrupación, mientras que «Camisa de fuerza» se va más por el rock n roll, así como en «Lonely Star» o «Intensamente» se puede detectar una dosis de psicodelia. Todo esto pasado por sonoridades Garage.

Comparables quizás a sus contemporáneos The Sonics, Los Saicos es una de esas bandas únicas, que parecen adelantadas a su tiempo. Y es que ellos pueden hacer que los Misfits parezcan un montón de niñitos en tontos trajes de día de brujas, cosa de escuchar los terroríficos aullidos en «Alcatraz» o «El Entierro de los gatos».

Y pasaron los años, llegó el velasquismo y… silencio (o casi).

Años 80’s: Con el retorno de la democracia la escena musical peruana volvió a llenarse de grupos rockeros, después de una década en la que la Revolución de Velasco casi los había hecho desaparecer… por “alienados” (sic). Lima conoció el punk (y el metal y toda esa movida guerrera antisistema) de la mano de los subtes, quienes hallaron inspiración en la música que Los Saicos habían dejado, al sentir su propuesta cercana al espíritu punk que había empezado a ganar adeptos desde mediados de los 70’s. Los covers de Demolición, por ejemplo, no se hicieron esperar, y así toda una nueva generación de salvajes extendieron la leyenda de este grupo, elevándolos a la categoría de si no los iniciadores, sí los precursores olvidados del punk, soldados anónimos en la guerra de amplificadores.

Año 2000: El sello discográfico español Electro Harmonix reedita los doce temas de Los Saicos en el disco Wild Teen-Punk Peru from 1965, a tres décadas y media de aquellos años en que fueran grabados por vez primera. Con ello, la fama de Los Saicos se extendió por el mundo entero, ayudada (cuándo no) por la internet. Y así el siglo XXI ha visto la resurrección de la música de este excepcional grupo, furiosa, feroz, acaso anárquica, pero (eso sí) adelantada a su época y que a casi medio siglo ha conseguido una segunda juventud. La admiración les ha llegado a los Cuatro de Lince tardíamente; ahora son varios los grupos que tocan sus principales canciones y los reconocen como uno de los grupos precursores del punk; un proto-punk, si lo prefieren. En sus gritos destemplados, chillidos y hasta maullidos, late un rock auténtico.

Esos doce temas son los que inician este post, sacados de ese histórico compilatorio del año 2000. Se puede encontrar una versión más cuidada, moderna y re-mas-te-ri-za-da en las que hicieron en Repsychled Records posteriormente, las cuales valdrían bien la pena adquirir donde las encuentren.

Acá abajo una reunión de los sobrevivientes de Los Saicos originales tocando su emblemática Demolición:


Video subido por Saicomania. También lo puedes ver acá.

Como leí en Libro de Notas:

Lo realmente importante, para quién no comprenda el contexto, es que mientras el mundo bailaba el A Hard Day’s Night de The Beatles, en el Perú la juventud se retorcía al ritmo de Salvaje y Demolición, y mientras en medio mundo tarareaban la infantil Love me Do, en Lima se gritaba a pulmón abierto tatatatatata yayayayaya echemos abajo la estación de tren. Resulta evidente que hay muchos aspectos de la historiografía (tanto la seria y social, como la que se ocupa de la evolución artístico-musical y sus fenómenos) que hay que volver a escribir.

Y para poner en su sitial merecido a este gran grupo, aún está pendiente de llegar entre nosotros el esperado documental de Héctor M. Chávez titulado Saicomanía. Leo una última noticia (comentario de hace dos meses) en su canal de Youtube: “Saicomania estuvo trabajando duro estos últimos meses en lograr juntar a Los Saicos y que toquen en vivo después de 45 años. A falta de archivos audiovisuales de los 60’s, ese material del retorno de Los Saicos era fundamental para el documental. Ese concierto ocurrió apenas hace algunos dias, y con eso podemos confirmar que Saicomania entra ahora a la fase final de edición y que un lanzamiento oficial será anunciado en el transcurso de estos meses”. Definitivamente será un gran suceso e infaltable para los admiradores de esta banda de culto. La página web oficial acá. El trailer es este:

Video realizado y subido por Saicomania. También lo puedes ver acá.

Larga vida a Los Saicos.

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Por UnOsoRojo

Un comentario en «Wild Teen-Punk Peru from 1965 Los Saicos: Linda bulla»

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