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La simulación de mundos virtuales son un tema recurrente en la ciencia ficción de los últimos tiempos, y tal premisa ha dado obras notables como la recordada Matrix (la primera, obvio, no me hablen de las otras… bueno, Animatrix sí valía la pena) por poner un solo ejemplo. Entiendo que en mucho es una consecuencia de la popularización de los grandes avances realizados en la informática y los videojuegos que cada vez nos acercan más a la creación de esas realidades alternas donde las personas pueden sumergirse totalmente y llevar así otra vida. Como un sueño a gran escala. De uno de esos mundos virtuales es esta historia.
Es el año 2022, y con bombos y platillos se anuncia el lanzamiento al mercado del primer VRMMORPG (Virtual Reality Massive Multiplayer Online Role-Playing Game, o, como se traduciría al castellano, Juego de Rol Multijugador Masivo en Línea de Realidad Virtual), Sword Art Online, el cual usa de una nueva tecnología de interfaz representada en el Nerve Gear, un tipo de casco que bloquea las señales nerviosas del cerebro al cuerpo y viceversa, reemplazándolas con otras señales que de esa manera forman en el cerebro las sensaciones de estar inmerso en un mundo virtual completo, no sólo hecho de imágenes y sonidos, sino también de tacto, sabores y olores. La expectativa es enorme, como era de esperarse, y las 10,000 copias del juego vuelan. El escenario es un gigantesco castillo flotante de cien niveles llamado Aincrad.
Kazuto Kirigaya, un típico chico de secundaria (no muy sociable) la verdad, es no sólo uno de los afortunados en hacerse con una de esas copias, sino que también fue uno de los 1000 elegidos que llegaron a jugar la versión beta. Llegado el día esperado para la inauguración oficial Kirito (el nick con el cual ingresa) se apura en conectarse. Es el 06 de Noviembre del año 2022. Allí, ansioso de empezar a acumular puntaje, corre por la Ciudad del Inicio pero es abordado por Klein, un novato que le ruega que le enseñe lo básico. Kirito, a pesar de su duda inicial acepta, y así acaban haciéndose amigos. Se hace tarde y Klein debe salir del juego para comer algo, pero al intentarlo descubre que no puede, y Kirito tampoco: la opción de desconexión ha desaparecido del menú, un bug bastante serio para un primer día, tanto peor cuando tampoco logran contactar con los Administradores. Entonces, sorpresivamente ambos son teletransportados a la Plaza Principal de la ciudad junto con el resto de los jugadores y arriba de ellos ven aparecer una figura encapuchada que se presenta como Akihiko Kayaba, el creador tanto del Nerve Gear como de SAO (la abreviatura de Sword Art Online), anunciándoles que ha cambiado las reglas: ha quitado la opción de salir del juego, por lo que la única manera de que vuelvan al mundo real es acabando los 100 niveles y derrotando al último Jefe. Además advierte que si alguien trata de sacarles el Nerve Gear en sus casas, este freirá sus cerebros con microondas (algo que ya ha pasado en las horas en que han estado conectados), y por último que en el caso de que el indicador de vida de un jugador descienda a 0, éste no sólo morirá en el juego, sino que el Nerve Gear lo matará con la susodicha descarga de radiaciones. Conmocionados por tales revelaciones, muchos de los jugadores entran en la desesperación. El juego ya no es algo inocente con el cual pasar el rato y meramente divertirse, ahora es un juego a muerte contra la computadora.
Basada en una serie de novelas ligeras obra de Reki Kawahara, y que ya va por su décimo volumen, además de mangas y un video juego; el anime de Sword Art Online es producida por el estudio de animación A-1 Pictures (Tsuritama, Uta no Prince-sama, AnoHana, Blue Exorcist, Fairy Tail, Fractale, Seikimatsu Occult Gakuin) quien encargó su dirección a Tomohiko Ito, quien precisamente tiene en su haber la no muy lograda Seikimatsu Occult Gakuin (Occult Academy), el último de los animes originales estrenados el anteaño pasado en el efímero espacio de Aniplex y TV Tokyo pensado para hacerle la competencia a noitaminA, Anime no Chikara. En ese punto no cabía esperar mucho; sin embargo el producto que ha resultado es bastante satisfactorio en su adaptación de los dos primeros tomos de la saga original, ordenando los episodios en una cronología lineal, e incluyendo agregados para darle más coherencia a la evolución de la personalidad de Kirito y su entorno. Para acompañar, tanto la calidad de la animación y la música elegida van bien; no son un hito en el anime ni pretenden serlo pero logran interesar (aunque con un par de altibajos) con una historia a ratos oscura, y eso en un medio tan sobrecargado de clichés como el anime de esta década (aunque no pueden ellos obviar los propios).
En general, dentro de una temporada un poco tibia, Sword Art Online es de las mejores apuestas en emisión. Vamos, si hasta no pude resistirme a buscar las novelas y eso, considerando cómo soy, es algo.
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Me sirvieron de gran ayuda, Gracias. ����
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