La Resurrección de Cristo (Risen, 2016): No lo busques entre los muertos

[F-Review]


Video subido por UIP Argentina. También lo puedes ver acá.

Kevin Reynolds es de esos directores que a sus más de setenta años de vida y tres décadas dedicadas al cine podríamos definir como un artesano cumplidor. Casi que apadrinado por Spielberg en los años 80s, amigo de Kevin Costner, de su época de gloria sus títulos más conocidos van desde esa extraña fantasía patriótica de Amanecer Rojo (Red Dawn, 1984) en que la hizo de guionista, hasta el divertido y multimillonario desastre y placer culposo de muchos, Mundo Acuático (Waterworld, 1995), pasando por la inquietante y más o menos histórica Rapa Nui (1994).

Y como buen artesano, un último trabajito y su correspondiente cheque no caen mal. Así tenemos esta en algún momento considerada una secuela no oficial del gran éxito del loco Mel Gibson (ya saben, la hemofílica La Pasión de Cristo), que no es otra que Risen, que se traduce como Resucitado, y que para que no quede duda a quien se refiere, en su distribución en LATAM se tituló La Resurrección de Cristo.

Historia

Esta sigue a Clavius, un tribuno romano interpretado por Joseph Fiennes (William Shakespeare en la oscarizada Shakespeare Enamorado, y el Comisario Danilov en Enemigo al Acecho) que ha sido asignado a la difícil tierra de Judea (o Palestina) a quien Pilatos (llegando no llegando el imbañado Clavius de dar de baja a un Barrabás que de nuevo se puso con los suyos a matar romanos) le da como nueva misión encargarse del cuerpo del acabado de crucificar Yeshua (Jesús para los panas, interpretado por Cliff Curtis), primero, y cuando este desaparece de su tumba de encontrarlo a como dé lugar, antes que los rumores de que ha resucitado creen disturbios que desluzcan la próxima visita del Emperador.

Así, Clavius se pone en modo detective y entre desentierros masivos, interrogatorios, amenazas y algún buen soborno, pugna por encontrar la verdad y a los culpables de robar el cadáver de otro de esos fanáticos en los que esa tierra deseosa de su Mesías es tan pródiga. Clavius es ambicioso y necesita darle resultados a su jefe si quiere aspirar a mejores puestos, y los días pasan y aunque a esas alturas el cadáver ya debe de estar irreconocible, el tribuno no puede darse el lujo de fallar. Se va estrechando el cerco a los principales sospechosos, los discípulos del Nazareno, porque nadie escapa de Roma y su justicia y menos algún piojoso judío.

Pero al cabo de sus pesquisas Clavius se encuentra cara a cara con la verdad… y esta hasta lo llama por su nombre, y ya no sabe qué creer ni qué pensar. ¿Cumplirá con su deber hacia Roma o será este el inicio de un nuevo viaje para el cansado tribuno?

Testamento

La Resurrección de Cristo está producida por Affirm Films, una subsidiaria de Sony Pictures dedicada al cine cristiano y que desde hace un par de años es propietaria de la web de streaming Pure Flix, especializada en ese tipo de películas. Por ese punto, ya sabemos de antemano de qué va esta reinterpretación de la historia más grande y recontada, no importando la extraña mezcla de géneros más allá de darle algo de frescura a su desarrollo. Policial romano, el peso de la narración en su primera mitad es todo el proceso de investigación de un cínico Clavius hasta llegar, reitero, a ese encuentro ya esperado desde el trailer… para volverse luego la confrontación entre el hombre de fe y el hombre de razón. Roma y Judea enfrentados, no como sería en años posteriores y que acabaron en la Diáspora de los judíos, sino prefigurando la aún más posterior síntesis que luego daría lugar al Catolicismo.

El torturado Clavius soporta todo el peso de la historia sobre sus hombros, y en ese aspecto Joseph Fiennes es solvente en su interpretación. Acaso sin los matices histriónicos y políticos de ese otro tribuno marcado por la muerte y resurrección del Mesías, Marcelo Galio (interpretado por Richard Burton) en El Manto Sagrado, pero a cambio dándole un aspecto más cercano y hasta contemporáneo. Por sus lados, sus compañeros de reparto varían entre algunas actuaciones a la altura y otras apenas pertinentes. En esta película me sorprendió, por ejemplo, encontrar a Tom Felton (Draco Malfoy en la saga de Harry Potter) interpretando a Lucius, el asistente del tribuno.

Con respecto a la ambientación, se nota el más que modesto presupuesto. No hablamos de una superproducción, así que haciendo de la necesidad, virtud, aprovechan todo lo que pueden cada dólar. Sin escenas de masas, con efectos especiales contados, resuelven casi todo de manera naturalista. La historia, en realidad no daba para mucho más, pues aún a pesar de que se nota la intención de hacer llegar el mensaje evangélico a más amplios públicos, los requerimientos del dogma no dejan muchas opciones para la innovación. No es como que podrían haber resuelto el “misterio” con que los soldados romanos que cuidaban el Sepulcro en realidad estaban drogados y alucinaron, mientras los discípulos de Jesús extraían el cuerpo de su maestro para fingir su resurrección y así su mensaje de amor y comprensión no se perdiera. Kevin Reynolds no podía hacer eso… yo sí lo haría.

La película estos días está disponible en Netflix. En general no es mala opción para pasar una tarde, sobretodo si eres creyente.

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