[Arena Roja]
Guyana
(Argumento)
Esta historia, que acaso algún día escribiré, comienza con un prólogo situado en el año 2076 con las celebraciones por el Armisticio que pone fin a la guerra entre los partidarios de la unificación de las naciones hispanoblantes sudamericanas en la Federación Andinia y sus opositores secesionistas tras años de cruentas luchas que acaban con el triunfo de los primeros. En medio de un gran desfile cívico-militar en la ciudad de La Paz uno de los líderes de la Federación, el General Chacón, recibe a un empresario local que le presenta a su hija Zarina, una niña de ocho años que admira mucho al General y conoce todas sus hazañas. Este, conmovido, invita a padre e hija al palco oficial y se compromete a apadrinar a Zarina en su sueño de ser también una heroína del ejército.
Después de veinte años, una ya adulta Zarina se ha convertido en una muy eficiente Mayor de la Infantería Mecatrónica acantonada en la Base Espacial de Sechura. Especialista en el mecha de combate estándar del Ejército Federal Andinio, el Catari, la compañía que comanda está conformado por mujeres soldado de diversas provincias.
La Federación Andinia a la que sirve en esas dos décadas se ha consolidado como una potencia regional rival de la Unión Norteamericana, heredera de los Estados Unidos de Norteamérica que a mediados de siglo absorbieron a Canadá y el norte de los antiguos Estados Unidos Mexicanos cuando estos tuvieron a su vez su propia Guerra de Secesión. El resto del antiguo territorio mexicano se dividió en varias naciones bajo la influencia nortina, lo mismo que Centroamérica (excepto Costa Rica y Panamá, perennemente neutrales) y parte de el Caribe, lo que le genera roces con los andinios que también buscan expender su área de influencia. La otra potencia regional, el Imperio del Brasil, es aliado de los Andinios, con un rol similar al de Canadá respecto a EEUU en nuestro tiempo. Completa el rompecabezas geopolítico del hemisferio la República Trinitaria de Guyana, resultado de la unión de Guyana, Surinam y una independizada Guyana Francesa, que se caracterizó desde su fundación hasta la década de los 2080’s por buscar mantenerse al margen de las luchas entre los Dos Poderes… Pero con la llegada al gobierno guyanés en 2095 de un partido abierta e incondicionalmente pro-UNO la tensión ha escalado.
Guyana es importante, además de por sus recursos naturales por poseer las instalaciones de Kourou, el mayor espaciódromo de Sudamérica, esencial para la expansión de la Federación más allá de la Tierra. A estas alturas las diversas naciones tienen varios homes (hábitats inspirados en los Cilindros de O’Neill) anclados en los Puntos Lagrange de la órbita terrestre, además de bases científicas y mineras en la Luna y Marte, con proyección a nuevos establecimientos en los satélites de Júpiter, los de Saturno y en el Cinturón de Asteroides. Además de Sechura y Kourou, la Rama Espacial de la Federación Andinia usa la Base Espacial de Alcántara de su aliado brasileño, pero es Kourou con diferencia el que soporta la mayor cantidad de carga.
Como confirmación de sus temores, el nuevo gobierno guyanés inició la renegociación del contrato que tenía con los andinios para el nuevo Programa Quilla 2100, que consistía en el envío de materiales para la construcción del mayor hábitat lunar construido nunca antes, lo cual amenazaría con retrasar el cronograma. Por si fuera poco, una investigación periodística revela que los guyaneses habrían iniciado conversaciones secretas para el ingreso de la República Trinitaria a la Alianza Militar del Pacto de Reikjavik, lo cual tendría a esta a las puertas de Andinia y Brasil en violación a un pacto de neutralidad que tienen firmado con sus vecinos sudamericanos.
Los políticos de Andinia no están dispuestos a tolerar una cabeza de playa de sus rivales en el subcontinente sudamericano. El enfrentamiento diplomático se vuelve cada vez más áspero, hasta que el 1 de enero de 2097 las fuerzas militares terrestres de Andinia invaden Guyana a través del Esequibo mientras las fuerzas navales proceden a un bloqueo de los puertos. En una semana controlan las principales ciudades y los gobernantes guyaneses son arrestados.
La compañía de Zarina, las Perras de Pando, es destinado al resguardo de los alrededores de Kourou ante la amenaza de la resistencia guyanesa que está muy activa en el interior de la jungla. En uno de esos enfrentamientos una de sus soldadas se pierde en acción, encontrándose días después su Catari destruido pero ni señas de su cuerpo, llegándose a la conclusión de que ha sido capturada por el enemigo.
La soldada perdida, Marta Iramain, por su lado, en efecto atrapada por la guerrilla es sometida a un duro interrogatorio en una base secreta en medio de la selva. En los descansos de la tortura conversa con su vecino de jaula, un desertor, Arjun, que espera su ejecución. Ambos jóvenes se hacen amigos y planean una fuga.
La oportunidad se les presenta durante un bombardeo de los andinios a la base secreta insurgente, en medio de cuya confusión Arjun salva la vida de Marta dos veces, perdiéndose ambos en la jungla, sobreviviendo apenas hasta que son encontrados por una patrulla andinia integrada por las compañeras de la soldada, a quien se le celebra la supervivencia, tomándose a su vez a Arjun prisionero por órdenes del Alto Mando. Lo peor llega después, cuando se enteran que el mismo Alto Mando ha dispuesto la ejecución de todos los prisioneros guyaneses en represalia por un atentado terrorista en Cayena, donde murió el recientemente nombrado Prefecto del Gobierno de Ocupación de Guyana. Ni la intercesión de la Mayor Zarina ni el testimonio de Marta hacen cambiar de opinión a los jefes que sólo repiten que sólo cumplen órdenes.
Sin embargo, la mañana del día programado para las ejecuciones una nueva ofensiva rebelde que estrena armas nuevas enviadas por los países del Pacto de Reikjavik crea nuevamente la oportunidad para que Marta libere a Arjun, justo antes que un misil guyanés desviado caiga en el pabellón de las celdas y mate a todos los prisioneros que allí habían.
Integrada a la batalla, luego de esconder a Arjun, Marta con sus compañeras y la ayuda de un escuadrón de cazas Amaru, repelen a los guerrilleros. La Mayor Zarina, al enterarse de la sobrevivencia de Arjun, le ayuda a establecerse con papeles falsos en el pueblo cercano, mientras Marta inicia una relación con él.
Las pruebas del abastecimiento de armas de última generación de los de Reikjavik a la guerrilla guyanesa termina luego de un par de meses en una declaratoria de guerra entre la Federación Andinia y la Unión Norteamericana, lo cual inicia una reacción en cadena de declaratorias de guerras alrededor del mundo entre los diversos bloques. Mientras tanto, en la órbita terrestre los homes más antiguos declaran su independencia de los países de la Tierra y su neutralidad en la nueva Guerra Mundial.
Marta y Arjun por su lado están esperando un bebé y acuden de nuevo a la Mayor Zarina, quien le ayuda a la primera a obtener su baja y a ambos a agarrar una plaza en el transbordador espacial que partirá de Kourou hacia uno de los homes que se han declarado neutrales, Utopía. Todo la compañía despide a la pareja en una fiesta privada en el pueblo, sabiendo que quizás nunca se vuelvan a ver pues las Perras de Pando han sido reasignadas a la primera oleada de invasión a las posiciones del bloque norteamericano en el Caribe. No tienen dudas acerca de su deber hacia la Federación y cada una de las provincias de donde vienen y le perdonan a su compañera Marta que ella haya decidido otro camino de vida.
La historia termina en un epílogo ubicado en una cabaña en la zona sur del antiguo territorio de Chile casi un año después. En ella vive su retiro un ya anciano General Chacón, cuidando un huerto, pescando en los canales y contemplando el atardecer en su porche solo o mientras juega al ajedrez o hace un asado con sus vecinos mapuches. Atento a las noticias de la guerra en el norte que le cuenta una vieja radio en uno de esos crepúsculos contemplativos se entera de las hazañas de su antigua protegida, la ahora Comandante Zarina Pando en la Toma de Atlanta… Aunque siempre consideró que todo fue un error tras otro error desde la invasión de Guyana, ya no tiene poder para influir en la política de la Federación y sólo puede ser testigo de la locura en la que ha caído el mundo, que incluso ha escalado hasta a involucrar en los enfrentamientos a los homes orbitales que supuestamente iban a mantenerse neutrales. Entonces la transmisión de un recuento de nuevas restricciones para apoyar al esfuerzo bélico se interrumpe con un anuncio urgente: el home Utopia ha sido ocupado por la Fuerza Espacial de la UNO y estos en una movida desesperada lo han dirigido en curso de colisión contra el territorio de la Federación Andinia. Nada se puede hacer para detenerlo, es demasiado grande y se estima que en una hora inpactará contra un lugar de la Amazonía.
El General (r) Chacón se prepara para lo que será un desastre sólo comparable a la caída del meteorito que extinguió a los dinosaurios. Sabe que sea lo que sea que pasará igual le alcanzará así que decide no huir ni refugiarse sino quedarse en su porche contemplando la última puesta de sol del Viejo Mundo. Se sirve un mate, se come una arepa, apaga la radio que se ha convertido en un coro de gente histérica antes de que pusieran música antigua, de los tiempos de las guerras donde él consiguió sus medallas y que ya le aburren. El sol termina de ocultarse en el Océano Pacífico, el martillo de algún dios cae sobre el mundo.
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Y eso es todo como lo tengo ahora en mi cabeza, aún falta trabajarlo mucho.
La Yapa: